"El buho no ha muerto..."

Comenzar por el principio, empezar por comenzar...esa fue la premisa ignaural. Somos seres cambiantes, maleables, capaces de superarnos a nosotros mismos, guiados por nuestra propia insatisfacción.
Les comparto el siguiente texto, de Pedro Ferriz, columnista del periódico Excelsior, ya que por aras de la suerte o del destino, comparto (compartimos es demasiada vanidad) su visión sobre la indivualidad y colectividad del ser, especialmente del mexicano en estos días. 

Un soldado en cada hijo...

Cierro los ojos para estar solo. Busco en mi interior. Decía Johann Sebastian Bach, que el reto más grande de un humano es revisar su conciencia para encontrarse. (…) ¡Qué tiempos me han tocado! Desconfianza, crueldad, materialismo extremo, egoísmo, desunión. (…) La masa humana es arrogante en su ignorancia. Cree entender cuando adolece. Hay enojo y desesperanza. El hombre apunta salidas sin la certeza de llegar a la luz de la verdad. (…) La familia humana ya no es familia. Se pierde cohesión. La juventud busca trabajo mientras la oferta se seca. Se empieza a gestar una subespecie de ser, (…) De las entrañas de la conciencia surge la violencia como una forma de expresión que toca extremos insospechados. Pareciera que Satán despertara de un largo sueño para juguetear con la infelicidad. La lucha por recobrar la armonía ha empezado. (…) Estoy procesando si me encuentro cansado de luchar. Los molinos de viento son cada día más y más grandes. Mi lanza y espada me tiemblan entre las manos. No siento los brazos de tanto pelear. Ya nadie cree que haya guerreros de convicción. Incomprendido, lapidado a veces y ciego por la sangre que encharca mis ojos. La hidalguía se ha devaluado en la sociedad. Las buenas intenciones se confunden con intereses mezquinos. El valor se ve como cinismo. (…) En la búsqueda de hacer prevalecer mi misión hay quien me cree... y quien me desprecia. Los primeros me dan alas para seguir volando. Los otros, razones para no dar tregua. México está enfermo y acosado. (…) Padece del hombre que lo habita. Unos porque le restan valor, otros porque no lo encuentran. Se suele denostar su nombre, como si tuviera la culpa de lo que lo enferma. "La riqueza no puede ser de otra forma más que malhabida". "La honestidad, una máscara". El líder es visto con suspicacia. La falta de respeto es forma de ser. Yo primero... después yo. La cortesía, refinamiento y voluntad de progresar están secuestrados por el miedo. El verdugo aprisiona sin soltar. Como hormigas, queremos hacer algo para salvar al hormiguero. Corremos desordenadamente para encontrar solución al peligro. Llega el atropello y las formas fallan. Se siente -claro- que este no es el mejor momento. Mas no sólo eso. Se intuye que ya pasó para no volver jamás.

¿Cómo reconstruyo la fe de tantos que la han perdido? ¿Por dónde continuar? Pasa un torbellino de pasiones. El sufrimiento entume toda forma de reconciliación... Debo abrir los ojos de nuevo, ¡para ver! Mi recorrido acabó. Ver mi circunstancia me ha restaurado. La vida es así y lo comprendo. Estamos vivos... y vida y problema son binomio que no se puede entender uno sin el otro. Estamos ante un problema. El mayor de nuestra historia. Estoy aquí y dispuesto a luchar. Esta introspección me sirvió de solaz y descanso para emprender lo que tal vez nunca acabe... aunque mantengo la fe.

Y tú... ¿Sigues siendo un guerrero... o ya te cansaste de pelear?

¡Tú tienes la fuerza!




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