Cuando se terminan las ideas.


Se dice que por natural naturaleza el ser humano tiene la capacidad de imaginar cualquier cosa a voluntad y por tanto tiene la capacidad de llevar al ámbito material su creación imaginaria, volviéndola un elemento físico.

Mucho se ha especulado y aun mas estudiado sobre los grandes inventores y creadores de todos los siglos, no solo los recientes. La idea de hacerlo sería en primer instancia conocer más el contexto que lo llevo a plantear tales creaciones en su imaginario, pero aun mas importante, con el objetivo de emularlo.

Plasmar una idea de la mente en papel, no es cosa sencilla. Y menos sencilla se convierte, cuando de volverla realidad se habla. Muchas veces puede decirse que no es falta de imaginación, sino de las aptitudes y conocimientos necesarios para plasmar esa idea, transmitirla.

Sin embargo, no son pocos los argumentos del ser humano en cuanto incapacidad para imaginar se refiere. La más socorrida es aquella de "se me acabaron las ideas".

Más de uno lo han dicho, y excusa continuara siendo. Pero no es creíble que se puedan agotar las ideas, primeramente por provenir de una fuente en constante flujo y movimiento como lo es la mente humana y, seguidamente, por la sencilla razón de somos inquietos, siempre tenemos algo en la cabeza.

Recapacitar sobre las posibilidades de qué nos lleva a pensar que se nos agotaron las ideas, muy probablemente lo conduciría a cuestiones personales. Por ello, me permito afirmar que no es por otra cosa que por nuestra constante perdida en cuanto a nuestra capacidad de asombrarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario