Dejar pasar la oportunidad.

¡Ah pero qué pruebas nos pone la providencia!

La mayor parte de la generación de la carrera nos encontramos en un punto próximo a la culminación de más de 12 años de preparación académica, en términos mas coloquiales y como dirían mis abuelas 'estamos más pa' allá que pa' acá'.
Las materias se terminan, queda un semestre de feliz estadía en la facultad, salvo aquellos que tengan o quieran hacer su noveno bis, pero salvo la tesis, pocas cosas nos ataran al ámbito universitario. Caso contrario sucede con el ámbito laboral, donde habremos de comenzar a buscar oportunidades, vacantes, conocidos, enviar curriculums a diestra y siniestra, igual chicle y pega. Los años de preparación académica deben transformarse en practica.
Pero ¿Qué haremos cuando nos hayamos postulado para un trabajo que finalmente, tras la entrevista, no nos convence? Es difícil la decisión considerando que sería nuestro primer empleo, por regla casi general, no estaremos titulados aun, tan solo seremos pasantes, e indudablemente, la experiencia que podríamos adquirir, contaría para un futuro y nuevo empleo.
Triquiñuelas de la vida, decir que si o decir que no, tomar una decisión que abre o cierra una puerta. Y además, tomarla en ese instante, porque el de recursos humanos no puede perder tiempo. Así se las gasta el destino, nos muestra una oportunidad, la hace brotar en nuestro camino, es nuestra, con la único condición de que la tomemos al momento, si la vamos a aprovechar, caso contrario, dejémosla ahí, para que alguien más lo haga.

PD: Cuando dejemos de tener el margen para rechazar un posible empleo, comencémonos a preocupar, pero por vía de mientras, ¡sigamos de mantenidos! Que diga, de estudiantes. =P

1 comentario:

  1. yo vivo estresado por eso que horror ya me voy a ir un spa con Dee O. pa bajar el estrés jajaja Llevas hasta el 17 de abril 19 de 20 entradas Lalo sigue así, muy bien!!

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